La historia de las cirugías estéticas y los problemas de salud secretos de Michael Jackson quedaron completamente al descubierto tras su muerte en junio de 2009.
La historia de las cirugías estéticas y los problemas de salud secretos de Michael Jackson quedaron completamente al descubierto tras su muerte en junio de 2009.
El rey del pop falleció a la edad de 50 años después de una sobredosis del anestésico quirúrgico Propofol en su mansión de Los Ángeles.
El informe de la autopsia del cantante fue una lectura horrorosa, que demostró las operaciones quirúrgicas, tatuajes, cicatrices y heridas misteriosas por todo el cuerpo.
La autopsia también confirmó la verdad detrás de años de especulación sobre el cambio de color de la piel de Jackson.
Siempre insistió en que el cambio en su apariencia a lo largo de los años se debía a la enfermedad de la piel conocida como vitiligo, que se caracteriza por la aparición de áreas despigmentadas bien delimitadas de la piel.
El Dr. Christopher Rogers, el médico que supervisó la autopsia, señaló que Jackson efectivamente sufría de vitiligo, añadiendo: "Por lo tanto, algunas áreas de la piel parecen claras y otras oscuras."
La autopsia también mostró que había habido una lucha desesperada por salvar a Jackson después de que fuera encontrado inconsciente en su casa.
Los hematomas en el pecho y las costillas rotas se debieron a los intentos de revitalizarlo por parte de los paramédicos que trataron de resucitarlo antes de que fuera declarado muerto.
Otro detalle que reveló la autopsia fueron los problemas con los pies que padecía Jackson. Había una razón por la que usaba calcetines de marca, y se decía que Jackson escondía unos pies muy deformados. Se reveló que el inventor de la caminata lunar sufría de callos y una infección por hongos tan severa que parecía que su piel se estaba pudriendo.
"Según su médico, el Dr. Conrad Murray, la estrella estaba tan obsesionada con la privacidad que durante años se negó a que nadie le viera los pies, y mucho menos a tratarlos".
En su lugar, Jackson desarrolló una adicción a los analgésicos que resultaría fatal cuando sufrió un paro cardíaco provocado por el anestésico Propofol en junio de 2012.
Más tarde, Murray estaría encarcelado cuatro años por homicidio involuntario por administrarle incorrectamente una dosis fatal, aunque sigue manteniendo su inocencia.
Describiendo los pies de Jackson en su autobiografía de 2016, Murray escribió: "Estaban cubiertos de callos... y tenían una infección fúngica crónica avanzada. Resultó que siempre usaba calcetines porque se avergonzaba del aspecto de sus pies. Le sugerí que necesitaba un podólogo. Un día después de que sus pies fueran tratados, se sorprendió de que pudiera caminar y bailar sin dolor".
"Más tarde le prescribí medicamentos antimicóticos para eliminar la infección. Fue un éxito total. Mientras tanto, yo personalmente le administraba regularmente lociones y masajes para eliminar la piel áspera», señaló.
"El hecho de que los pies de Michael, algo crítico para él, estuvieran en tan mal estado era una señal de que no solo se había descuidado a sí mismo, sino que los que le rodeaban no vigilaban de cerca su bienestar", declaró.